jueves, 12 de marzo de 2015

Las vacunas: enfermedades que se pueden prevenir

Los cachorros son más vulnerables que los perros adultos a muchas enfermedades ya que su sistema inmunitario aún no está formado.

La inmunidad es la resistencia que un individuo tiene ante una enfermedad concreta. Intervienen muchos factores para engranar todos los mecanismos y conseguir un sistema inmunitario efectivo. Entre ellos la vacunación es uno de los más importantes, ya que muchas enfermedades graves que sufren los pequeños pueden prevenirse gracias a las vacunas.
Los cachorros nacen con un sistema inmunitario muy deficiente, pero reciben de la madre las defensas necesarias a través del calostro (también llamado “primera leche”). Por ello es imprescindible que los primeros días mamen adecuadamente hasta que desarrollen su inmunidad. Igualmente es importante que sus madres estén bien desparasitadas y vacunadas para que les transmitan las defensas correctas.

Síntomas de alerta

  • Vómitos
Si ves al cachorro alerta y despierto, listo para jugar y el vómito no se repite, no tienes porqué hacer nada en particular, simplemente observarlo. Por el contrario, si los vómitos se repiten y el animal está decaído hay que acudir inmediatamente al veterinario.
  • Diarreas
No todas las heces de los cachorros son sólidas. Esto no supone ningún problema a menos que ocurra varias veces seguidas o que esté acompañado de vómitos, decaimiento o falta de apetito. Observa su comportamiento y ante la duda, visita a tu veterinario.
  • Tos, estornudos y mocos
Si estos síntomas respiratorios aparecen de forma esporádica no pasa nada, pero si tu cachorro tose o estornuda a menudo y ha perdido el apetito, conviene llevarlo de inmediato al veterinario ya que pueden ser los primeros síntomas de enfermedades respiratorias o incluso cardiacas.
  • Fiebre
La temperatura normal de un perro está entre 38,5 y 39 ºC. Aunque alguna vez hayas oído que se puede tomar la temperatura de un perro tocándole el hocico, este método es erróneo. La única manera fiable de hacerlo es con un termómetro por vía rectal.
Si tu cachorro tiene fiebre llévalo al veterinario, que es quien mejor sabrá cómo actuar.


5 enfermedades que pueden afectar a tu cachorro pero que puedes prevenir vacunando


1

Parvovirosis

Entre las patologías más graves que pueden afectar a una cría de perro (cachorros menores de seis meses) encontramos la parvovirosis, provocada por un virus que ataca a algunas células claves del aparato digestivo y provoca un cuadro gastrointestinal grave.
  • Síntomas: vómitos, diarrea, inapetencia, decaimiento y deshidratación son los síntomas más evidentes. Si no se soluciona rápido, incluso puede causar el fallecimiento del cachorro, de modo que precisa atención veterinaria urgente. Su pronóstico es reservado.
  • Tratamiento: es sintomático, ya que es de origen vírico. Incluye la colocación de goteros de suero para prevenir la deshidratación y la administración de antibióticos para prevenir las infecciones secundarias, así como medicamentos contra el cuadro digestivo.

Es fundamental aislar al cachorro de otros perros para evitar nuevos contagios, mantener la temperatura y desinfectar la zona en la que se ha alojado.

2

Moquillo

El moquillo es otra enfermedad de origen vírico muy contagiosa y mortal. En esta ocasión afecta a perros de cualquier edad, aunque la población canina de mayor riesgo siguen siendo los cachorros (menores del año), así como los animales mayores de ocho años cuyo sistema inmunitario esté deteriorado.
  • Síntomas: en esta enfermedad predominan los síntomas de tipo respiratorio, aunque también pueden aparecer síntomas neurológicos (conforme la enfermedad avanza pueden observarse movimientos involuntarios, como tics nerviosos que son irreversibles, convulsiones y dificultad para caminar).
  1. Secreción nasal verdosa: hay mucosidad verde-amarillenta que se adhiere a la nariz, y que adquiere un aspecto seco y costroso. También se forman legañas.
  2. Dificultad respiratoria, tos, bronconeumonía (inflamación de los bronquios).
  3. Conjuntivitis y otras afecciones oculares.
  4. Otros signos generales: fiebre, pérdida del apetito, vómitos, diarrea y decaimiento.
Consecuencia de la enfermedad del moquillo, los dientes se tornan de color amarillo o marrón, debido a que el virus puede afectar al esmalte dental.
  • Tratamiento: no hay un tratamiento específico, pero si tu veterinario tiene ocasión de actuar de forma temprana, hay muchas probabilidades de salvar al cachorro afectado.

3

Hepatitis canina

Esta enfermedad contagiosa es producida también por un virus (adenovirus canino tipo 1) que es resistente a las condiciones ambientales (sobrevive meses a temperaturas inferiores a 5 °C) y afecta a perros menores de un año.
Existen tres formas de aparición:
  • Sobreaguda: cachorros de pocas semanas que mueren en pocas horas sin síntomas previos. Podría parecer que han sufrido un envenenamiento.
  • Aguda: hay fiebre, anorexia, dolor, vómitos, diarreas con sangre, lesión ocular y renal. En 5 o 7 días de evolución los cachorros pueden morir o recuperarse lentamente.
  • Crónica: cirrosis hepática, pérdida de peso y alteraciones en el hígado

Se puede propagar a través de la orina, los excrementos y la saliva de animales infectados, así como por contacto con suelos y objetos contaminados. Por lo tanto, conviene aislar a los animales enfermos y desinfectar todo aquello con lo que han estado en contacto.
  • Tratamiento: tal y como hemos comentado en las enfermedades anteriores, no hay un tratamiento específico, sino que el objetivo es paliar los síntomas y evitar las infecciones secundarias (suero, antibióticos, etc.).

4

Leptospirosis canina

En esta ocasión se trata de una enfermedad de origen bacteriano producida por Leptospira, clasificada como una zoonosis, es decir, que puede transmitirse de los animales al hombre.
Las zoonosis son las enfermedades que los animales pueden transmitir a los seres humanos.
La bacteria se disemina en el ambiente a través de la orina de los animales infectados y puede contaminar tanto el agua como el suelo, donde sobrevive durante semanas o meses. Las ratas infectadas son unos de los principales responsables del contagio ya que liberan al medio las bacterias sin presentar síntomas.
Tanto las personas como nuestras mascotas podemos contagiarnos a partir del contacto directo con la orina infectada o con elementos contaminados (a través de lesiones en la piel, mucosas, o por beber agua contaminada).
  • Síntomas: afecta principalmente al hígado y al riñón, de modo que inicialmente se pueden observar ictericia (color amarillento en las mucosas) y problemas en la micción, además de anorexia, vómitos, fiebre, debilidad, depresión, diarreas, incluso convulsiones, entre otros.
  • Tratamiento: en este caso sí que hay un tratamiento específico basado en la administración de antibióticos. Actúa de manera rápida y puede reducir la mortalidad. Así mismo, tu veterinario también incluirá un tratamiento sintomático (para paliar los síntomas).
  •  

Tos de las perreras

La tos de las perreras o traqueobronquitis es una afección de las vías altas del perro cuyo principal síntoma es una tos característica, ronca e improductiva, que en la mayoría de los casos se produce por la simple palpación de la garganta del animal. Precisamente esa tos es lo que ayuda al veterinario a identificar la enfermedad. En ocasiones incluso provoca arcadas y vómitos.
El principal síntoma de la tos de las perreras es una tos ronca e improductiva. Es muy característica de la enfermedad lo que la hace que sea fácil su diagnóstico.
Se propaga en lugares donde hay una gran concentración de animales (perreras, residencias caninas, exposiciones, etc.). Si no se controla puede acabar provocando problemas serios en el pulmón, más graves conforme menor edad tenga el cachorro.
  • Tratamiento: incluye la administración de antibióticos y otros medicamentos que amortigüen los síntomas.

Prevención, prevención y prevención

Estas cinco enfermedades se pueden prevenir con un adecuado plan de vacunación, acompañado por una buena higiene, tanto de las mascotas como del lugar en el que habitan. Es tu responsabilidad acudir al veterinario para proporcionar a tu mascota las herramientas necesarias para que crezca sana y fuerte.
Si tu cachorro presenta signos sospechosos, está decaído y todavía no ha completado su plan vacunal acude urgentemente a tu centro veterinario para ponerlo en manos del profesional que cuida de su salud.

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